Resumen
Los límites sobre las prácticas de la arquitectura son un tanto difusos, sus productos no se limitan a edificios o representaciones de los mismos, sino que, entre otros, surgen productos que recurren a palabras, tanto de forma oral como escrita. De aquí que arquitectos como Le Corbusier, Robert Venturi, Bernard Tschumi, Rem Koolhaas o Peter Eisenman, de forma paralela a sus proyectos se han mdedicado a la producción de textos. Así como otros se han dedicado de forma exclusiva a la segunda. Mark Wigley, Beatriz Colomina o Robin Evans son ejemplos de estos. Si bien, estas pueden ser consideradas como producciones paralelas, al mismo tiempo se puede plantear la pregunta de cómo se articulan palabras y forma en la arquitectura. Este trabajo pretende problematizar estas relaciones, específicamente en el caso en el que el discurso produce forma, a partir de dos términos: producciones discursivas y producciones de forma. Entendiendo como producciones discursivas, los productos que recurren a la palabra escrita y como producciones de forma a cualquier representación bidimensional o tridimensional de la arquitectura. En estos términos, una conferencia, un libro, un ensayo o extractos de los mismos son considerados producciones discursivas. Así como edificios, renders, dibujos o fotografías son considerados producciones de forma. Si bien, al hablar de producciones discursivas y producciones de forma se recurre a términos sumamente amplios, los mismos permiten establecer objetos de estudio considerando partes de discursos y partes de edificios sin necesidad de considerar la totalidad de los mismos. Lo cual al mismo tiempo implica otras maneras de delimitar el trabajo, las cuales serán explicadas más adelante.