Resumen
Los espacios para tratamiento de salud han llegado hoy día a ser espacios sumamente fríos y deshumanizados debido a que responden principalmente a distintos criterios funcionales de sanidad, esterilidad y uso, dejando de lado otras necesidades de los pacientes quienes son sus principales usuarios y por quienes el espacio debería de permitir pensar en algo más que en la enfermedad. Es así como se parte de la premisa de que el espacio puede impactar en el estado emocional del paciente y que el estado emocional del paciente influye en el éxito del tratamiento.
En este proyecto se trabajó con adolescentes enfermos de cáncer y otras enfermedades crónicas, debido a que la experiencia hospitalaria no es tan cálida y cómoda tanto para ellos como para los familiares adultos que deben hacer el acompañamiento durante el tratamiento, ya que al ser remitidos del Hospital Nacional de Niños a distintos Hospitales se enfrentan a espacios no adecuados para ellos, haciéndoles vivir situaciones impactantes que desde el punto de vista psicológico no es lo adecuado para su edad.
Es así que la propuesta pretende incorporar la naturaleza en el espacio de tratamiento médico ya que ésta posee un impacto positivo sobre las personas, y además un efecto sanador en los seres humanos, esto por medio de la generación de parámetros sobre cómo incorporarla al espacio; así como definir las condiciones que un espacio de tratamiento para adolescentes debería de tener. Lo anterior para una propuesta de un Centro de Atención Integral de la Salud para Adolescentes con Cáncer y Enfermedades Crónicas; cuya concepción surge de la Fundación Proyecto Daniel.