Resumen
“Los centros penitenciarios en nuestro país cuentan con condiciones físicas estandarizadas, cuyo enfoque se ha concentrado en la seguridad y ha dejado de lado las necesidades particulares de la población que se atiende en cada uno. Las mujeres privadas de libertad han tenido que adaptarse a un sistema que fue creado y aplicado teniendo como referente principal a la población penal masculina, a pesar de que actualmente sus características como población son muy distintas a las de los varones.
La investigación profundiza en el estudio de aspectos arquitectónicos diferenciados en los sistemas penitenciarios tradicionales, que garanticen el cumplimiento de los requerimientos de las personas privadas de libertad de acuerdo con su género. A la vez, busca que las instalaciones permitan llevar a cabo de forma óptima, los procesos para la Atención Integral de sus ocupantes; introduciendo mejoras inspiradas en los novedosos modelos penitenciarios alrededor del mundo, a través de una guía con lineamientos de diseño que describe las condiciones ideales para cada uno de los espacios de atención.
Con lo anterior, se hace un aporte a la lucha por la equidad de género y en contra de la invisibilización de las personas privadas de libertad, apoyando el esfuerzo estatal para la disminución de la vulnerabilidad que ha enfrentado la mujer costarricense en materia penal.