Costa Rica se encuentra en un punto caliente de biodiversidad en el mundo, esto la ubica en un sitio prioritario en las estrategias globales por la conectividad del paisaje natural y la conservación de la biodiversidad. Estas estrategias buscan promover la sobrevivencia de las áreas silvestres protegidas y mantenimiento de los servicios ecosistémicos ante el crecimiento agrícola y urbano en el mundo.
Uno de los sitios más biodiversos de Costa Rica se encuentra en la Península de Osa, que a su vez posee uno de los índices de desarrollo social más bajos del país. Esto propicia importantes conflictos socio-ambientales que se expresan en fragmentación y deterioro de hábitats naturales, pérdida de biodiversidad, además de limitaciones en el desarrollo local de las comunidades rurales y costeras, que habitan dentro de las áreas silvestres protegidas del Área de Conservación de Osa.
En este contexto, el presente trabajo final de graduación plantea una propuesta arquitectónico-paisajística, inspirada en conceptos de bioclimatología y la jardificación de la naturaleza, que busca conciliar las necesidades de la comunidad de Rancho Quemado con los escenarios de la Biodiversidad en la Reserva Forestal Golfo Dulce.
**”El cambio climático es un fenómeno real, con evidencias comprobables y representa el desafío más grande al que nos enfrentamos a escala global. Ante esta problemática, la arquitectura debe de adaptarse en procura de asegurar la sensación de confort higrotérmico dentro de la envolvente de los edificios, en el contexto de un planeta cada vez más cálido. Si el clima cambia, la arquitectura debe hacerlo también.
“El cambio climático afectará todo el territorio nacional. Sin embargo, para definir la zona de estudio con mayor vulnerabilidad, se realiza un análisis a partir de tres ámbitos de información: ecológico, demográfico y económico regional. Posteriormente, se realiza un levantamiento de posibles edificios a intervenir, y se discriminan a partir de criterios como ubicación, carácter y proyección de vida útil, entre otros. Se desarrolla un análisis bioclimático por escalas: a escala macro, se analizan datos climáticos anuales y geográficos para cada región, con el fin de determinar los rangos de confort para cada caso. A escala meso, se elabora un análisis del edificio y su entorno inmediato y se genera un archivo climático con datos horarios del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), para realizar una primera simulación. En la escala micro, se realiza una comparación de la temperatura interior con la exterior, para evaluar el desempeño de la envolvente por medio de mediciones prolongadas. Se realiza la selección de dos casos a simular, mediante un análisis comparativo entre el comportamiento actual y el escenario del 2080. Seguidamente, se genera el archivo climático con datos horarios para el año 2080, a partir de datos observados del IMN y datos proyectados del Centro de Investigaciones Geofísicas (CIGEFI) de la Universidad de Costa Rica, facilitados por el Dr. Hugo Hidalgo. De cada edificio escogido, se realiza un modelo 3D en el software de simulación DesignBuilder®, se calibran y se definen las zonas de confort. Se desarrollan dos propuestas de adaptación para cada edificio, una moderada y un rediseño total, y se evalúa su comportamiento en el software de simulación. Posteriormente se definen las variables que modifican el comportamiento térmico en cada caso, y se proponen recomendaciones expresadas a través de pautas y estrategias de diseño a implementar con sus resultados. Se busca abordar el tema del cambio climático desde un enfoque interdisciplinar, donde la arquitectura cruce los límites tradicionales y se apoye en otras disciplinas académicas. Para adaptar edificios y analizar su comportamiento futuro, el arquitecto debe incursionar en la previsión de escenarios de cambio climático, y mediante el uso de datos observados y proyectados, simular el comportamiento de las edificaciones a partir de información científica real y confiable.
Reflexione por un momento: ¿cómo describiría las relaciones que mantiene con otras personas o con su espacio inmediato? ¿Cómo influye en esto el auge tecnológico digital que ha inundado nuestro medio? ¿Qué rol desempeña la arquitectura al respecto? La pregunta del título resulta tendenciosa en tanto la presente investigación dará una respuesta alterna a lo que comúnmente se pensaría. Si bien, la era digital parece volver superfluas las interacciones sociales y espaciales, este trabajo cuestiona su condición superficial en términos materiales y propone escrudiñar la transformación de las superficies arquitectónicas a nivel histórico y bajo el contexto digital, para dotar de una nueva profundidad vínculo vital con el espacio circundante.